Qué gastos puedo deducir si teletrabajo
21/03/2022
Un gasto deducible es un gasto susceptible de ser deducible fiscalmente por estar relacionado con la actividad económica de un trabajador por cuenta propia o de una empresa.
A partir de la pandemia el teletrabajo se ha convertido en una realidad en el país. A causa de ello, las empresas que prestaban servicios de oficina tuvieron que enviar a sus trabajadores a casa.
Según los datos obtenidos antes de la pantemia, el 5% de la población activa trabajaba a en remoto. Este porcentaje, subió meses después al 26%.
El Gobierno publicó en 2020, el Real Decreto-ley 28/2020, de 22 de septiembre, por el que se regula el trabajo a distancia.
Los gastos a deducir son diferentes y cada uno recibe un trato diferente.
Profesionales por cuenta ajena
En la práctica, los gastos que un teletrabajador puede deducirse como empleado, es decir, alguien que realiza servicios bajo contrato para otra empresa, son muy pequeños. De hecho, es la empresa la que debe proporcionar a sus empleados los medios necesarios para el desempeño de su trabajo.
Gastos deducibles para un teletrabajador:
- Cotizaciones a la Seguridad Social, Mutua de Funcionarios, Derechos Pasivos y Escuelas de Huérfanos o Iguales.
- Aportaciones a sindicatos y colegios profesionales hasta 500 € anuales.
- Los gastos de asistencia jurídica en aquellos procedimientos contra la empresa para la que presta servicios.
Profesionales independientes por cuenta propia
Los autónomos que decidieron montar el home office, actualmente disfrutan de más ventajas fiscales al poder deducirse muchos gastos:
En caos de que la vivienda sea de la propiedad de la persona, el autónomo puede deducir una serie de gastos del IRPF siempre que haya declarado la titularidad al Régimen de Autónomos. También se encuentran los gastos de la comunidad de propietarios, los intereses hipotecarios o el seguro del hogar. Si en caso contrario, el piso está alquilado, es posible deducir la parte proporcional del mismo, siempre que se haga constar que se trata de un piso y de un lugar de trabajo.
La compra de equipos (computadoras, impresoras, muebles, etc.) relacionados con una actividad económica también puede deducirse del impuesto sobre la renta, siempre que esté respaldada por facturas.
Los gastos por servicios públicos, como el internet, electricidad, teléfono, etc. Son también deducibles en relación con la magnitud del daño.
Es fundamental dividir y tener dos contadores diferentes si se pretende tener en cuenta. Esta es la razón principal del problema de poder desglosar y clasificar este esfuerzo. Además, el aumento de las restricciones en este ámbito dificulta la consecución de ventajas reales mediante el ahorro en facturas y retenciones por esta parte.
Se recomienda a los teletrabajadores adoptar nuevos hábitos relacionados con el teletrabajo, la salud y el consumo en el hogar.
Por otro lado, es fundamental tener en cuenta la potencia que se tiene contratada en la vivienda, lo que puede suponer un gran ahorro en la factura de la luz y en la eficiencia energética de la vivienda, entre otras cosas.
La vivienda es el factor que menos problemas puede causar. Aunque es diferente si se trata de un alquiler o un condominio.
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